No me gustaría juzgar mal a esta nueva serie y espero por el bien de todos estar mal encaminada y equivocarme por completo, pero la verdad es que no he podido pasar del minuto 17 del Piloto (y dura 48 minutos). Después de ver lo que he visto, he sentido la necesidad de ponerlo por escrito. Eso hago.
El guión de esta sitcom británica está bien encaminado pero mal resuelto. La variedad de personajes quiere impresionar al espectador con sus personalidades tan dispares, conmigo solo ha conseguido que me ponga minuto a minuto más nerviosa. Me gustaría decir que casi me ha gustado, pero ni eso. Ya comenté que el formato falso-documental está de moda y esta sitcom no quiere quedarse atrás. Me ha parecido realmente molesto el intento desesperado en parecerse a “The Office”, el malogrado director de Kirk (Universidad donde se localiza la comedia) pretende ser como Michael Scott (Steve Carrell), pero ni de lejos. El resto de personajes y su pseudodesesperación en la vida universitaria lleva a pensar en “Community”. ¿Pero qué les pasa a estos ingleses? El resultado es que tenemos a una sitcom/falsodocumental medio quierosercomoTheOffice y la otra mitad quierosercomoCommunity y a esto debes sumarle un humor (o “deshumor”) como el de la desafortunada “Episodes” (Matt LeBlanc). En cuanto a la trama, no puedo profundizar (ni siquiera empezar a hablar de ella), pero concluyendo, si en 17 minutos vistos de una sitcom no puedo intuir superficialmente de qué se trata, lo siento pero abandono.
Ni reparto, ni cosas interesantes, ni nada (más), en mi opinión, que debas saber. Siento ser tan brusca pero de momento no la recomiendo absolutamente a nadie. Esperemos que la cosa cambie.
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